lunes, 28 de diciembre de 2009

Guía MICHELIN

La guía verde.
Los neumáticos no son el eje central. Los posibles viajes en auto, tampoco.
"clima "extremo", color amarillo, con poca lluvia."

Algunos dijeron que no deje de visitar todo.
Nadie se molestó en indicarme que estudiara.

La señora que hoy puso una firma sobre mis últimos recibos de sueldos dijo que disfrutara de todo. De todo, nena.

Es entonces que ya empiezo a decidirme a hacer lo mismo acá que allá (ahí).

El todo de despedidas, de lo que se deja, de lo que uno desearía meter en la valija y llevarselo con uno (aunque sea inmaterial, aunque sea humano), el todo de contradicciones, el todo que sea disfrutable. Es eso.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Chancletas y botas.

Sí.
Porque después de todas las complicaciones burocráticas, días, trámites, esperas, logística, desinformación, preguntas poco gratas sobre repatriación de restos, pareciera que todo eso acabó.
O, por lo menos, ya está metido en el engranaje de sí mismo y uno solo es un dedo o un ojo que deben mirar. Una cara para la fotografía (fondo blanco, de frente, sin maquillaje, sin pelo en la cara, los hombros alineados).
¿Qué dice google del clima por allá?
¿Cómo hago para meter dentro de un espacio limitado todo lo que me gustaría llevar? Dicen que seleccione, pero hay algunos deseos que son incorporeos y que haría fuerza, apretaría, empujaría, hasta que quepan y el implemento dentado, lineal, que se ensambla cierre (oración difícil, sino sería "el cierre cierre").
Así que ahora haré algunas sesiones de gimnasio o de hacha, para ver si en un mes logro tener los bíceps capacitados.

lunes, 30 de noviembre de 2009

¿Qué, cómo?

Escribir sin destinatario. En eso habíamos quedado. Los e-lectores no fueron teorizados todavia, no sirven entonces, deberían tener algunos libros dedicados a ellos como para satisfacer determinadas demandas.

Entonces, la voz del interior (que no es la "voz del campo") ¿es un lector válido C.? ¿es un lector válido AJHSAGIEHG? (Kafka no tenía teclados veloces como los nuestros, por eso eran iniciales solamente)
Otra voz, encaprichada, responde: son mis lectores.

Segunda meditación (porque la primera no me llevó más que a mí misma).
¿CÓMO HAGO INTERESANTE MI BLOG?
¿Tengo que tener una vida digna del siglo XXI? ¿mi perfil de Facebook es suficientemente llamativo? ¿pasan cosas dignas de contar en mi vida?

Problemáticas secundarias. Se suponía que con el viaje tenía un montón de cosas que contar, pero, ¡oh, nuevamente e-lectores!
Caras que nunca llegaré a imaginar siquiera, y La Madre, dice siempre, que no de información a extraños.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Redondeando-me.

Tomando un helado con T. descubrí que lo que me faltaba, en realidad, no era un destino (físico, donde dejar las valijas) sino un destinatario (imaginario, o no, donde dejar las palabras).

Repense las últimas escrituras. Todas dirigidas hacía C.
¿Escribirle a él? No, no siempre es necesario hacer lo privado público.

¿Escribirme a mí misma? ¿A todos? ¿A algunos sí? ¿A algunos no?

Es quizá el dilema mayor: lograr encausar hacia algún lado el borbotón de palabras constantes que se escapan de mis dedos, de mis lápiceras, de mí.

Pido ayuda, las desparramo, ajenas. Si no, las palabras me sepultan. Me revuelven. Me asustan.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Aproximadamente cierto.

Somos cuatro personas.
Hay cuatro lugares.

Es como un juego de la silla pero sin posibilidad de quedarse parado. Cuánto mucho uno podría sentir que se está sentando sobre otro, e intentar que se corra, o buscar otro asiento.

Las cuatro personas se pusieron de acuerdo, pero no así quién dirigía el juego (por ahora).

Si la silla que elegí me toca, voy a estar en lugar que tiene nombres de calles muy graciosas. Voy a estar en ese lugar donde no estén las otras tres.

Aguascalientes, podría ser.

lunes, 2 de noviembre de 2009

A tientas.

Es dificil empezar.
Dar el primer paso, arrojar la primer piedra, tener la palabra.
Son los primeros movimientos, siempre cautelosos.
Faltan dos meses para salir hacia ese lugar que sabemos que iremos pero no sabemos dónde queda, para irnos hacia ahí.

Entonces empezamos:

a ir trasladándonos con la mente, imaginando estar allá.
a pensar qué será lo indespensable y qué lo que no se recordará.
a preparnos (y el plural no está de más).

La experiencia del viaje no es (casi nunca) solo de quien viaja.